miércoles, 6 de julio de 2011

Aspectos psicológicos de la Enfermedad Celiaca

El diagnóstico de la EC supone un cambio muy importante en el estilo de vida, en la vida de diario y en la forma de ser del/ la paciente o de la familia si se trata de un/a niño/a. Unas personas lo afrontan con alegría, otras con indiferencia y otras con angustia y temor.
El cómo nos lo tomemos no tendría porqué afectar al manejo y seguimiento de la DSG, pero lo cierto es que tanto el  manejo como la posterior evolución de la enfermedad se verán muy determinados por cómo se afronte el diagnóstico y sus consecuencias.
La EC no supone un peligro de muerte o incapacidad como en otras enfermedades, aunque sí es cierto que causa, sobre todo al principio, un deterioro en la calidad de vida de la persona enferma, afectándole en el ámbito personal, familiar, social, laboral y económico y se originan unas nuevas exigencias que deben ser admitidas y superadas.
El cómo se afronte será muy importante a la hora de abordar todas las nuevas situaciones que se nos plantean y el que se haga con optimismo hará que el estrés y las preocupaciones sean más llevaderas y se produzca un buen ajuste de la enfermedad. Debemos tomar el diagnóstico como una liberación, no como una carga, puesto que nuestra salud se va a ver totalmente mejorada en un corto espacio de tiempo.
Si por cualquier motivo se tienen dificultades con la aceptación de la enfermedad y el seguimiento de la dieta, tanto si eres tú el paciente, como si eres familiar, debes acudir a la Asociación o a tu médico/a, que ellos/as sabrán orientarte.
Lo más importante es buscar información válida y fiable que nos oriente, puesto que muchos de nuestros miedos y preocupaciones son debidos a no tener la información adecuada, sobre todo en las etapas iniciales. Eso sí, hay que tener cuidado sobre la veracidad de la misma, por lo que deben ser fuentes contrastadas (Asociaciones, Médicos/as, Webs con el sello de calidad, etc.).
Además, como la cantidad de información es muy amplia, debemos filtrarla para que no nos desborde. Un exceso de información podría saturarnos y agobiarnos.
Al empezar con la dieta sin gluten, sobre todo si se trata de niños/as pequeños/as, podríamos plantearnos  eliminar el gluten de casa para todos los que viven en ella, pensando que es la manera más fácil de seguir la dieta y de evitar las transgresiones y contaminaciones. Esto no resulta recomendable, puesto que discriminamos a los demás miembros de la familia que no tienen la enfermedad y, lo que es más grave, no situamos a la persona celiaca en la realidad de su vida cotidiana, en la que tendrá que enfrentarse él solo, cuando salga de casa, a las distintas situaciones y no sabrá comportarse, qué hacer, ni qué pedir.
Desde el principio tendrás que amoldar tus hábitos en la compra, en la cocina y en la mesa a la nueva situación. Con la ayuda de la Lista de Alimentos editada por FACE, sustituiremos todos los productos básicos que usamos normalmente en la cocina por idénticos productos pero sin gluten. Seguiremos cocinando lo mismo que antes, sólo que sin gluten y lo que es más importante, todos los miembros de la familia podrán comer lo mismo, salvo en el caso de la pasta, pan y otros productos, que serán especiales sin gluten para la persona celiaca. Nos daremos cuenta, además, de que hay una gran cantidad de alimentos que, por su origen, no tienen gluten y que podemos consumir. Aprovecharemos para hacer que nuestra alimentación sea más sana y equilibrada, basada sobre todo en productos naturales.
Pero, por supuesto, requiere su tiempo el amoldarnos. Tendremos que aprender y no preocuparnos si al principio nos equivocamos. Sabemos que los comienzos nunca son fáciles. Y ante la duda, está claro: no se consume. Es mejor ser prudente. Nuestra salud nos lo agradecerá.
Las transgresiones de la dieta, es decir, el consumo de alimentos con gluten, se producen, tanto de forma involuntaria, como voluntaria. Las primeras se dan sobre todo al principio, cuando aún no tenemos costumbre y nos cuesta retener marcas o tenemos fallos en la cocina.
Las transgresiones voluntarias son algo muy serio y tendremos que evaluar el porqué se producen: llamada de atención de los/as niños/as, desconocimiento de cómo llevar correctamente la dieta, abandono en el seguimiento de la DSG, etc. Habrá que analizar las causas y si es necesario pedir ayuda. Hay que tomar conciencia de que las transgresiones nos provocan un daño severo en nuestra salud a corto y medio plazo, que algunas veces puede ser muy grave.
El/la celiaco/a puede y debe llevar una vida social totalmente normal, asistiendo a celebraciones, fiestas, cumpleaños… Sólo tendremos que tenerlo en cuenta con anticipación, avisando a quien nos invite o, si es necesario, llevar alimentos sin gluten por si nos hicieran falta. No nos debe importar informar a los demás de nuestra enfermedad, explicando las peculiaridades más sencillas de la DSG. Así se podrán intentar adecuar a nuestras necesidades. El apoyo de la familia y amigos hará que aceptemos mejor la enfermedad y llevemos una vida totalmente normal.


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